domingo, 15 de septiembre de 2019

Muladhara


Que silencio más incómodo
sucedió esa tarde entre ambos,
Sonaba el cantar de los pájaros
mientras ninguno de los dos hablaba.

La conexión de nuestros Muladhara
era casi inexistente.
El aura que nos envolvía era
prácticamente insuficiente.

Yo estaba preparada para todo,
tú, no estabas preparado para nada.
Las horas eran lentas y pesadas.

Sentía que me dolía
la ausencia de tu mirada.

Imaginaba que todo sería
cómo soñaba, 
paseos en el parque,
libros compartidos en la terraza.

Cafés que sabían a madrugada,
descafeinados besos que 
me mancharían la cara.

Y realmente fue una lucha letal 
entre mi vida,
y las ganas de continuarla.
Yo tenía el problema de creer
que el todo podría más que la nada.

B.B