martes, 31 de marzo de 2020

Ángel caído

Solo había dolor en sus actos,
y a pesar de ello esos seres
le amaban.

Justificaban sus obras ruines,
la muerte, el llanto, el dolor.
Lo entendían placentero e incluso
lógico a pesar del sufrimiento.
Anulaba cualquier tipo
de independencia moral.

Aquel ángel se rebeló contra
el amo.
Entendió que había que frenar
la avaricia que a Dios nublaba.
Quedó para todos como el malvado.

Aquella historia contada por uno,
y nunca escuchada por el otro,
Sin preguntar el por qué o el cómo.

Desterraron a Lucifer,
y el odio se veía en su rostro,
porque todos se creyeron el cuento
y ya era tarde para rectificarlo.


B. B



Vivía justo en la frontera
entre el amor y el odio.
En una casa de madera
donde la orbita indiferente
del frio Sol no nos calentaba.

Ya no decorabamos juntos
el interior de nuestra casa,
Y poco a poco empezó a morir
nuestro dialecto.
Tampoco sabías que libro me
quitaba el sueño cada noche,
Ni que canción
era la que repetía todo el tiempo.

Nos acostumbramos a no
preguntar,
y las respuestas se daban solas.
Incluso cuando solo había que
callar y comprender,
estas salían a recordarme
que estaba en un campo de batalla.

Bajo la sombra del limonero roto,
Cantaban los ruiseñores una poesía.
El tiempo pasaba y no sabía,
si estaba con quien quería o
a su lado permanecía
porque con quien quiero
no puedo estar.

B. B




viernes, 20 de marzo de 2020

Serpientes


Enamorarse no es más
que el castigo que tienen
los mortales para nosotros.
Aprendieron a defenderse
manejando ese poder,
incluso sin quererlo.

Cambié su cabello
por siseantes serpientes.
Su mirada petrificaba a todo
el que se atreviera a fijarse en ella.
Usé su rostro como una victoria.
Y me arrepiento.

No solo fue la envidia lo
que me impulsó a hacerlo,
sino el sentirme traicionada
por su lujuria.

Ella no tenía culpa de nada,
Él se aprovecho de tenerme
ocupada alimentando mi odio.

Caí mil y una vez en su boca,
Y me creía sus mentiras,
Traicioné mi orgullo al
vengarme de aquella chica.

Le demostré que nadie podia
intimidarme.
Vengandome una vez más
de la persona equivocada
por caer en la trampa de enamorarme.


B.Baena







martes, 17 de marzo de 2020

Volaste, como una cría en el nido,
Única e inalcanzable.
El viento acompaña tu aleteo,
Lo cortas sin que nada pueda frenarte.
Volando te despides de tí,
Emigraste de cuerpo y comenzate a fluir.

Joven e insaciable corvato,
Último en forjarse entre sus hermanos.
No pude evitar ayudarte,
Toda mi vida estaba dispuesta a darte,
Olvidando mis heridas, lágrimas de sangre.

Amándote más de lo que pudieran amarte.

Me olvidaste al ver el mar, y te enamoraste,
Irradiante cuerpo de sal, insuperable.


B. B

viernes, 13 de marzo de 2020

Senda

Estaba muy oscuro,
Mis pies descalzos se punzaban
con las piedras afiladas del camino.

Corría y corría...
No veía prácticamente nada,
solo la luz de la luna iluminaba
vagamente el fin de la senda.

Estuve tanto tiempo en ese lugar,
que la hiperventilación ya era
mi estado natural.
Los búhos sonaban junto
con las lechuzas,
me recordaban mi soledad.

Y al fin llegué de una forma agónica.
Y no había nada, ni se encontraba nadie.
Había partido sin ni siquiera despedirse.

Yo volví a aquel paraje donde lo conocí,
A pesar de la oscuridad, el frio, la ansiedad.

Me enfrenté a todos mis miedos
arriesgandome a perder todo lo que tenía,
quise cumplir mi sueño
pero él se había despertado
y jamás le alcanzaría.

 B. B



miércoles, 11 de marzo de 2020

Veía en él cosas que ni él veía.
Bebía de sus ojos el café más
amargo que jamás he probado.

Guardaba en su interior secretos
nunca revelados,
esperando que sin preguntar
me sentase a su lado.
Y asi lo hice.

Él sentía la muerte,
yo me encargaba de que la ol(vida)ra.
Él temía al presente,
Yo solo miraba al fu(tu)ro.

Y hubo un momento que
miramos juntos hacia el horizonte
y vimos el mismo paisaje.
Distintas perspectivas
dispuestas a completarse.

 B. B





lunes, 2 de marzo de 2020

Corazón fantasma

Fue parte de mi,
a unos niveles inalcanzables
de explicar para la mente humana.
Era la sensación de perder un miembro
del cuerpo y notar que aun lo tienes.
Tenía un corazón fantasma.

Esperé que volvieras
porque fuiste el deseo que pedí
al soplar las velas de mi cumpleaños.
Ella te deseó antes, o tal vez mejor.
Yo aun sigo preparando comida para dos.

Y las horas en el espejo se pasan
lentas,
arreglandome para no enseñar
lo rota que estoy por dentro.
Me dolía perder lo que ni siquiera era
mio.

Me costó irme aquel día.
Me fuí porque no me diste razones
para quedarme.

Nos arrepentimos de no haber seguido.
Ahora amaneces en otra cama
mientras sueñas conmigo.


B. B