y a pesar de ello esos seres
le amaban.
Justificaban sus obras ruines,
la muerte, el llanto, el dolor.
Lo entendían placentero e incluso
lógico a pesar del sufrimiento.
Anulaba cualquier tipo
de independencia moral.
Aquel ángel se rebeló contra
el amo.
Entendió que había que frenar
la avaricia que a Dios nublaba.
Quedó para todos como el malvado.
Aquella historia contada por uno,
y nunca escuchada por el otro,
Sin preguntar el por qué o el cómo.
Desterraron a Lucifer,
y el odio se veía en su rostro,
porque todos se creyeron el cuento
y ya era tarde para rectificarlo.
B. B
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