Fue parte de mi,
a unos niveles inalcanzables
de explicar para la mente humana.
Era la sensación de perder un miembro
del cuerpo y notar que aun lo tienes.
Tenía un corazón fantasma.
Esperé que volvieras
porque fuiste el deseo que pedí
al soplar las velas de mi cumpleaños.
Ella te deseó antes, o tal vez mejor.
Yo aun sigo preparando comida para dos.
Y las horas en el espejo se pasan
lentas,
arreglandome para no enseñar
lo rota que estoy por dentro.
Me dolía perder lo que ni siquiera era
mio.
Me costó irme aquel día.
Me fuí porque no me diste razones
para quedarme.
Nos arrepentimos de no haber seguido.
Ahora amaneces en otra cama
mientras sueñas conmigo.
B. B
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