Abandonada

Las humedades de las paredes
reflejan cada llanto.

Crece la hierba del jardín,
El peso del fruto ha arrancado
de cuajo el alma del limonero,
Y tu ausencia se come la alegría del jazmín.

Está abandonado mi hogar,
Necesita la risa de los niños
Para poderlo renovar.
Y junto a ellos tus suspiros
Al ver los pájaros cantar.

Necesito ver tu figura en el banco
del porche una vez más,
Aún miro ese lugar y puedo recordar
Como antes no estaba oxidada
la cerradura del portal.
Como tu sonrisa era lo único que
me podía importar.

La fuente desde que te fuiste
no volvió a desprender agua,
La mesa pierde fuerza cuando
apoyas la vajilla de cristal.

Las flores están partiendo
el zócalo ansiando la libertad.
Yo escribo esta poesía,
que me lleva junto a ti
Aunque la realidad me castiga
cuando abro los ojos y tú no estas aquí.

B.B