No pude olvidarle,
Era mirar a la luna y recordarle,
Aún conservo el tacto de como sus manos comenzaban a desnudarme.
No solo era sexo o eso quería creer,
Juró que me amaba una y otra vez,
Y yo, ignorante enamorada, me autoengañé.
si le amé, confíe y me lancé,
Mí corazón sigue siendo fiel
Todo en la vida tiene un fin y un por qué.
Hice castillos de arena mientras te miraba,
Los tuyos estaban en el aire
convenciéndome de una vida a tu lado,
sin ser tú quien me acompañaba.
Blanca Baena
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