lunes, 10 de junio de 2019

Canto XVII

Me esperas tras la puerta,
noto tus patas correr y tus ladridos
cuando hueles mi perfume
y aún no he llamado al timbre.

Aprietas tu cabeza negra
y en mi muslo cuando
quieres que te acaricie,
mirando de reojo la comida de la mesa.

Me has visto llorar desesperadamente,
y he sentido tu pata como
dándome la mano,
mientras me lames y me dices con los ojos:
"Estoy aquí".

Recuerdo cuando podía cogerte en brazos,
Hace años.
Cuando rompias mis zapatos,
cuando no tenías canas,
cuando fingías hacerte daño.

Tras veinte años de ausencia
entre guerra y mar,
Odiseo volvió a Ítaca.
Argos jurandole lealtad
fue el único que le reconocía.

Argos jurandome lealtad,
deja de ser una mascota cualquiera
para ser parte de mi familia.

B.Baena

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